Cafe

Por desgracia me gusta demasiado el café y llego a tomarme tres tazas al día y eso, a la larga, mi hígado lo nota y se resiente.
Un día, en casa de mi suegra, tomando café (por supuesto) me empezó a doler el estómago y tuve que dejarlo, entonces ella me dio una infusión que me alivió muy rápidamente (aunque no voy a engañarlos: era asquerosa, estaba hecha a base de boldo, una planta). Cuando empieza a hervir el agua le echamos un puñadito de boldo. Lo dejamos hervir unos minutos y reposar otros cuantos. Luego colamos la solución y la endulzamos para tomarla. La verdad es que se nota un alivio enseguida.

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